Isaac
Autor: Amanda Mbuvi
Traducción: Ruth Iliana Cohan (Asociación Bíblica Argentina)
Hijo de Abraham y padre de Jacob, Isaac es el segundo de los tres patriarcas del pueblo de Israel. Se encuentra en el medio de relaciones complicadas que contienen suficiente drama para un reality show de televisión. Su nacimiento, de la esposa posmenopáusica de Abraham, representó la culminación de una larga lucha por reconciliar la promesa de Dios a Abraham de hacerlo antepasado de una gran nación y la realidad de la avanzada edad de la pareja sin hijos. Antes del nacimiento de Isaac, Sara había buscado el camino de la gestación por sustitución, alentando a Abraham a engendrar un hijo (Ismael) con su sirvienta Agar. Sin embargo, ella no quedó contenta con el resultado y esto condujo a la expulsión de Agar e Ismael de su hogar. Poco después, Dios ordenó a Abraham que sacrificara a Isaac, interviniendo en el último minuto después de observar la voluntad de Abraham de llevar a cabo la orden. Isaac se casó con Rebeca y se convirtieron en padres de los mellizos Esaú y Jacob.
¿Sabías que…?
- De los tres patriarcas (antepasados masculinos fundadores del pueblo de Israel), Isaac es el único cuyo nombre Dios no cambia.
- Agar pudo haber amamantado a Isaac.
- La edad de Isaac al momento próximo al sacrificio es un tema de disputa. Algunos sugieren que era un niño pequeño, pero también hay una larga tradición que dice que tenía treinta y seis años y que Abraham solo pudo intentar sacrificarlo con su participación activa.
- El Génesis describe la relación de Isaac con Rebeca como especialmente afectuosa.
- Ismael, el medio hermano de Isaac, fue enviado lejos, dejando a Isaac sin una relación sostenida con un rival, a diferencia de la mayoría de los personajes centrales del Génesis. A pesar de su separación forzada, Isaac e Ismael se reunieron más tarde para enterrar a su padre Abraham.
- Isaac también aparece en el Corán.
Isaac e Ismael: ¿Amigos o enemigos?
“Vio Sara al hijo que Agar la egipcia había dado a Abraham jugando [con su hijo Isaac]. Entonces dijo a Abraham: «Despide a esa criada y a su hijo, pues no va a heredar el hijo de esa criada juntamente con mi hijo, con Isaac.»” (Gn 21:9-10)
La palabra hebrea que se utiliza para “jugar” corresponde a un juego de palabras con el nombre de Isaac, por lo que la frase “con su hijo Isaac” habría sido un añadido posterior al texto cuando se tradujo del hebreo al griego para ayudar a los lectores a reconocer la conexión lingüística con Isaac en aquello que vio Sara. Pero ¿qué fue lo que vio Sara para desencadenar una respuesta tan vehemente? Es posible que ella fuera provocada simplemente por ver a Ismael, especialmente si esperaba deshacerse de Agar antes de que él naciera (Gn 16:6). O pudo haber observado a Ismael ser cruel con Isaac o participar en alguna otra actividad objetable. O bien, ella pudo haber visto a los niños jugando juntos felices y percibir una amenaza en la presencia del hermano mayor que podría convertirse en rival de su hijo (en hebreo, Ismael “jugando” es además “Isaac-ando”).
El Génesis informa que los hermanos se reunieron para enterrar a Abraham (Gn 25:9) pero, por lo demás, no analiza su relación. En cambio, los utiliza para ilustrar la complicada relación entre sus madres y la lucha de toda la familia con la forma en que se cumplirá la promesa de Dios a Abraham.
El pedido de Sara de expulsión de Agar e Ismael se produce inmediatamente después de que Isaac ha sido destetado (Gn 21:8), planteando la posibilidad de que Agar haya sido su nodriza. Teniendo en cuenta el plan establecido por Sara para reclamar a Ismael como su propio hijo (Gn 16:2) podría haber cierta fluidez en las relaciones entre las madres y los hijos. Los lectores no deberían ser demasiado rápidos en aceptar una división nítida de las tareas domésticas del hogar de Sara. Ambas mujeres tienen potencialmente un rol materno para ambos niños.
¿Por qué Isaac no causa una impresión más fuerte?
Isaac es el patriarca del medio que fácilmente se pierde en la confusión. Su personalidad no se muestra tan vívida como la de su padre o su hijo. En su propia generación, su esposa Rebeca actúa con más decisión para avanzar con el proyecto que Dios comenzó con Abraham. El Génesis relata casi todos los momentos importantes de su vida desde el punto de vista de otra persona: la perspectiva de Abraham sobre el casi sacrificio, la perspectiva de un siervo no identificado sobre su compromiso matrimonial, la perspectiva de Jacob y Esaú sobre la rivalidad y el derecho de nacimiento y bendición. Su historia emerge en pedazos, metiéndose en las grietas de historias más memorables centradas en sus hijos. Sin embargo, el Génesis también lo destaca. Las repeticiones de la frase “estas son las generaciones de” divide al libro en secciones, y una de esas secciones está dedicada a la generación de Isaac.
Como resultado, las dos características más distintivas del análisis de Isaac convergen: la extraña y abreviada historia de Isaac corresponde con la extraña y abreviada relación con su hermano. Al carecer de una relación sostenida e íntima con un rival, Isaac se destaca entre los antepasados fundadores de Israel (compárese con Abraham y Lot y Jacob y Esaú). Dios puede trabajar de manera diferente con cada miembro de estos pares, pero eso no disminuye la importancia de las relaciones mutuas. El Génesis concluye esta cuestión a través de la historia de José (Gn 37-50), que cierra el libro con una extendida exploración del tema clave sobre la rivalidad entre hermanos. La conexión entre la reconciliación humana y la bendición divina emerge con mayor fuerza allí, pero está presente en todo el Génesis. La partida de Ismael minimiza a Isaac y su habilidad para representar a una familia llamada a encarnar la interdependencia a través de la diferencia.
Bibliography
- Mbuvi, Amanda Beckenstein. Belonging in Genesis: Biblical Israel and the Politics of Identity Formation. Waco, TX: Baylor University Press, 2016.
- Spiegel, Shalom. The Last Trial: On the Legends and Lore of the Command to Abraham to Offer Isaac as a Sacrifice. New York: Pantheon, 1967.
- Kaminsky, Joel S. Yet I Loved Jacob: Reclaiming the Biblical Concept of Election. Eugene, OR: Wipf & Stock Publishers, 2016.